De entre todos los pequeños accidentes que se producen habitualmente en el día a día, los cortes son los más frecuentes, ya sea con una hoja de papel, un cuchillo, unas tijeras o cualquier borde afilado. Aunque su cura sea simple, si no se cuenta con los apósitos adecuados pueden ser foco de infecciones y de un malestar continuo a lo largo del día, más aún si se producen en los dedos.
Para evitar que heridas leves y fáciles de curar se compliquen es esencial tener siempre a mano todo lo necesario en tu botiquín de primeros auxilios y saber qué pasos seguir para tratar de manera efectiva estas pequeñas heridas y favorecer su curación.