El cuidado adecuado de una herida es crucial para garantizar una cicatrización rápida y prevenir infecciones. En este sentido, algo tan simple como cambiar el apósito en el momento adecuado es esencial. Si quieres descubrir los factores que indican cuándo es necesario cambiar un apósito y aprender a reconocerlos, aquí te dejamos algunas recomendaciones para asegurar un cuidado efectivo de tu herida, ¡sigue leyendo!
¿Para qué sirven los apósitos?
Los apósitos son la primera medida para proteger una herida, evitar infecciones y favorecer su curación, ya que se tratan de todos aquellos productos sanitarios diseñados para entrar en contacto directo con la herida mediante una lámina adhesiva que puede ir acompañada o no de una gasa en el centro.
De tal manera que, aunque una herida sea pequeña, no sangre o no te moleste es igual de importante colocar un apósito desde el primer momento, después de limpiarla adecuadamente, como cambiarlo cuando sea necesario para mantener la limpieza y la eficacia del tratamiento.
Factores a tener en cuenta
A la hora de cambiar el apósito influyen distintos aspectos, tanto el tipo de apósito que estés utilizando como el estado de la herida. Sigue leyendo que te lo contamos todo a continuación.
El tiempo transcurrido desde la aplicación
El tiempo es un factor importante para considerar el cambio de un apósito. En general, se recomienda cambiarlo cada 24 a 48 horas, dependiendo de la gravedad y la naturaleza de la herida. Cambiarlo regularmente durante todo el proceso de cicatrización de la herida ayuda a mantener la limpieza y la eficacia del apósito en la protección de la herida.
Sin embargo, es importante que te fijes en las instrucciones de uso del producto que estés utilizando ya que hay algunos apósitos o láminas de fijación que pueden durar hasta 7 días.
Por ejemplo, en el caso de las heridas postoperatorias es importante seguir las indicaciones de tu profesional de la salud y no retirar los apósitos antes de lo indicado para evitar exponer la herida a un alto riesgo de infección.
La saturación o suciedad del apósito
Si el apósito está húmedo, sucio o ha absorbido suficiente líquido procedente de la herida como sangre o exudado, es necesario reemplazarlo. Un apósito sucio o húmedo puede proporcionar un entorno propicio para el crecimiento de bacterias y aumentar el riesgo de infección en la herida (no confundir con la cura en ambiente húmedo).
Los cambios en la apariencia de la herida
Observar cualquier cambio en la apariencia de la herida es fundamental para determinar si es necesario cambiar el apósito. Si la herida muestra signos de infección, como enrojecimiento excesivo, hinchazón o secreción, se debe cambiar el apósito.
¿Sabías que existen apósitos capaces de controlar las infecciones? Algunos apósitos como Leukomed® Sorbact de Leukoplast cuentan con una gasa recubierta con ácido graso hidrofóbico que atrae e inactiva a las bacterias, que se eliminan con cada cambio.
Si estos síntomas no mejoran con el tiempo es posible que se trate de una infección que requiera tratamiento adicional, por lo que será vital buscar atención médica.
Cómo cambiar un apósito
Cuando llegue el momento de cambiar el apósito, sigue una serie de pasos para hacerlo correctamente, evitar cualquier riesgo de infección y proteger tu piel.
- Lávate las manos con agua y jabón antes de manipular el apósito y la herida.
- Retira suavemente el apósito antiguo, evitando tirar de manera brusca para no dañar la piel o abrir la herida.
- Lava suavemente la herida con agua tibia y jabón neutro para eliminar suciedad o exudado.
- Seca la piel circundante con una toalla limpia y seca.
- Coloca un nuevo apósito estéril que se ajuste al tamaño y la forma de la herida. Asegúrate de que esté bien adherido y cubre la herida. Si es necesario, utiliza cintas adhesivas o vendajes para asegurar el apósito en su lugar.
Una cicatrización de 10
Una cicatriz no es más que el resultado de una herida cuyo tejido no se ha regenerado completamente, pero que con el paso del tiempo se irá asemejando al resto de la piel. Es decir, es necesario pasar por todas las fases de cicatrización de una herida para su correcta curación, toda herida necesita pasar por el proceso de cicatrización, pero si se produce alguna alteración es posible que aparezcan cicatrices hipertróficas o queloides.
De tal manera que, si aparte de favorecer la curación de tu herida quieres evitar una mala cicatrización, te compartimos los siguientes consejos.
- Limpiar y cubrir lo antes posible la herida para permitir una contracción temprana.
- Utilizar apósitos que favorezcan un ambiente húmedo para frenar la formación de una costra dura y seca, que dificulte la formación de nuevo tejido.
- Proteger la nueva piel regenerada con apósitos que eviten la constricción y la fricción.
En conclusión, cambiar el apósito de una herida es un paso tan básico como importante para conseguir un tratamiento rápido y eficaz. Cuida y presta atención a tu herida y si tienes cualquier duda, en tu farmacia de confianza podrán ayudarte siempre a resolver cualquier duda y recomendarte la solución más adecuada.
Productos recomendados
Leukomed® Sorbact
Apósito antibacteriano y antifúngico para heridas quirúrgicas o traumáticas.
Leukomed® T plus
Apósito estéril con gasa, respetuoso con la piel, para heridas pequeñas y medianas.
Leukomed® skin sensitive
Apósito absorbente para pieles sensibles o frágiles
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