En el transcurso de la vida, la piel actúa como barrera natural contra el mundo exterior y experimenta cambios significativos en cada etapa vital. Con el paso del tiempo, la piel tiende a ser más delicada y propensa a sufrir heridas. De tal manera que cuidar la piel sensible implica numerosos desafíos con la edad y la cura de heridas se convierte en un aspecto clave de los cuidados de salud.
¿Por qué la piel es más sensible con la edad?
Al envejecer, la disminución en la producción de colágeno y elastina, así como una reducción en la renovación celular, hacen que la piel sea más fina, menos elástica y más propensa a dañarse. Además, disminuye la velocidad de cicatrización debido a que las células endoteliales vasculares, epiteliales y los fibroblastos pierden capacidad de acción.
Por lo que la formación de nuevo tejido es más lenta y cualquier herida, incluso las más pequeñas, tardan más tiempo en cerrarse y sanar adecuadamente. Esto aumenta el riesgo de infección y de complicaciones, por ejemplo, que las heridas se vuelvan crónicas.
Así cualquier herida, desde pequeños cortes accidentales hasta incisiones quirúrgicas, pasa a requerir un cuidado especial y a ser una preocupación importante en la salud de las personas mayores.
¿Qué son las heridas crónicas?
Una herida crónica es más que una lesión que simplemente tarda en sanar, es una condición compleja que se caracteriza por la falta de progreso en la fase de cicatrización.
Cualquier herida, aunque sea grave, suele sanar en un período de tiempo predecible. Sin embargo, una herida crónica persiste durante semanas, meses o incluso años.
Aunque se trata a menudo de una situación causada por condiciones médicas subyacentes que afectan a la capacidad del cuerpo de regenerar y reparar el tejido, como la diabetes, la insuficiencia venosa o arterial, la presión constante en una zona (como las úlceras por presión), las pieles sensibles tienen un gran riesgo de que una herida se vuelva crónica.
Apósitos respetuosos con la piel sensible
Los apósitos son la primera medida para proteger una herida, evitar infecciones y favorecer su curación y desempeñan un papel fundamental en el caso de la curación de heridas en pieles sensibles. Debido a la sensibilidad de la piel con la edad, algunas de las lesiones cutáneas causadas por apósitos inadecuados más habituales son:
Por excesiva adherencia del apósito:
- Pelado de la piel
- Lesión por tensión o ampollas
- Desgarro de la piel
Por el uso de adhesivo estándar:
- Dermatitis de contacto irritante
- Dermatitis alérgica
Otras:
- Maceración
- Foliculitis
Por el contrario, los apósitos diseñados para ser respetuosos con la piel como la gama Skin Sensitive de Leukoplast minimizan el riesgo de irritación y alergias, así como los tirones al retirarlo o reajustarlo gracias a su adhesivo de silicona.
Este tipo de apósitos no sólo protege la herida de agentes externos, sino que también mantiene el equilibrio de humedad necesaria para favorecer el proceso de cicatrización, sin secar la piel y generar costras duras ni producir maceración.
En definitiva, ante cualquier herida es esencial realizar las debidas curas desde el primer momento en función del tipo de herida y prestar atención a su estado. La elección de apósitos respetuosos con la piel es esencial para garantizar una curación óptima y prevenir complicaciones, así como contar con consejo profesional si fuera necesario.
Productos recomendados
Leukomed® skin sensitive
Apósito absorbente para pieles sensibles o frágiles
Leukomed® T plus skin sensitive
Apósito resistente al agua para pieles frágiles.
Hypafix® skin sensitive
Lámina de fijación atraumática para zonas amplias, para fijar apósitos o dispositivos en pieles frágiles.
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