Los pequeños accidentes son inevitables. Ya sea jugando, cocinando, de vacaciones o en el colegio, se puede producir una herida en cualquier instante. Sin embargo, que una herida se infecte no es lo habitual. Existen numerosos factores que pueden aumentar el riesgo de infección de una herida, como no limpiar adecuadamente una herida, dejarla al aire, que se trate de una herida crónica o de una incisión quirúrgica.
¡La buena noticia es que siempre es posible prevenir las infecciones y en caso de que no sea así, toda herida infectada tiene solución!
Por eso, a continuación te compartimos los mejores consejos para evitar infecciones, identificarlas y cómo tratar heridas infectadas para que se curen lo antes posible. ¡Adelante!